Están muy de moda los productos presentados como «curativos» para lesiones, huesos y dolores musculares. Uno de los más conocidos es el suplemento de colágeno, una sustancia que produce nuestro cuerpo.
El colágeno es una proteína muy abundante en nuestro cuerpo y parte fundamental de los tejidos. Sirve de «andamio» para las células de la piel, para los huesos, los tendones, o para los cartílagos, por ejemplo, e interviene en funciones vitales como la coagulación de la sangre.
«El colágeno, en sus distintas formas, es parte fundamental de todos los tejidos que forman las articulaciones, desde los huesos que articulan, el cartílago que recubre las superficies de contacto, los meniscos que protegen los movimientos, o los ligamentos que lo estabilizan y los músculos que las mueven», subraya el doctor Luis A. Sanz Ferrando, jefe de equipo de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Madrid.
Asegura que los suplementos de colágeno son una forma de ingerir más proteínas en la dieta. De hecho, una vez ingerido, explica que separa sus componentes para formarse de nuevo, por lo que no es asimilado por el cuerpo de forma directa.
El traumatólogo sostiene que no deberíamos precisar de suplementos proteicos de estas características. Eso sí, llama la atención sobre el caso particular de las personas mayores, que no siempre se cubren las necesidades diarias de ingesta proteica.
«El envejecimiento afecta a la cantidad y a la resistencia del colágeno que nuestro organismo sintetiza a partir de los nutrientes en la dieta, siendo la piel el signo mejor visible de este proceso», advierte.
Añade que, en los casos de déficit de proteínas en la dieta, el beneficio de los suplementos de colágeno es «indudable», si bien asegura que no existe evidencia científica de que, en personas sanas con una dieta equilibrada, su ingesta mejore los síntomas o el pronóstico de las lesiones traumáticas o degenerativas (artrosis).
Fuente> La Nación