Santo Domingo, RD
República Dominicana posee numerosos lugares de interés turístico que son visitados por su exuberante belleza tropical y la hospitalidad de su gente, que perciben quienes participan en las múltiples ofertas de ecoturismo por sus parques nacionales y reservas científicas, que permiten explorar cuevas, observar aves y ballenas jorobadas, hacer senderismo o safaris, en entornos muy seguros para los viajeros.
La cocina dominicana, es similar a lo que se puede encontrar en otros países de América Latina, aunque los nombres de los platos son diferentes.
La gastronomía es una disciplina basada en herencias patrimoniales que se pueden convertir en productos y servicios diferenciados. Este contexto le brinda a la industria gastronómica un papel protagónico, porque da visibilidad y diferenciación a destinos y ofertas culturales que impactan directamente en el crecimiento del turismo y tienen resultados económicos tangibles.
Asimismo, la cocina dominicana ha ido incorporándose como una gastronomía gourmet, gracias a la labor de chefs emprendedores y creativos que han convertido la comida habitual en delicia gastronómica para criollos y extranjeros.
Tener un restaurant, aún sea pequeño o mediano, o una venta de dulces caseros y de frutas criollas, no es un negocio de pequeña relevancia. Quien crea este tipo de negocio está ayudando a crear conciencia del valor de la cultura gastronómica dominicana.
Asimismo, colabora en la incorporación de la industria a la economía naranja, como sustento y contribuyente del PIB de la nación y como proyección de la marca país.
Sin embargo, para muchos expertos en el área, se necesita crear conciencia sobre incorporar de lleno las políticas culturales y estatales para contribuir con el avance del país.
Economía naranja, es un modelo de desarrollo en el que la diversidad cultural y la creatividad son pilares de transformación social y económica de los pueblos.
