Santo Domingo. Aunque no se ven ni se sienten, los rayos ultravioleta (UV) emitidos por el sol representan una de las principales amenazas para la salud de la piel. Entre ellos, los rayos UVA y UVB destacan por sus efectos perjudiciales: uno acelera el envejecimiento prematuro, el otro provoca quemaduras solares y ambos aumentan el riesgo de cáncer de piel.
Diferencias clave entre rayos UVA y UVB:
- Penetración en la piel:
Los rayos UVA tienen una mayor capacidad de penetración, alcanzando las capas más profundas de la piel (dermis) y afectando la producción de colágeno y elastina. Esto se traduce en la aparición de arrugas, manchas y envejecimiento prematuro. - Quemaduras solares y daño celular:
Los rayos UVB, aunque menos abundantes, son más energéticos y los principales responsables de las quemaduras solares. Este tipo de radiación daña directamente el ADN celular, lo que puede desencadenar mutaciones y contribuir al desarrollo del cáncer de piel. - Presencia durante el día y el año:
Los rayos UVA están presentes todo el día, todos los días del año, incluso en jornadas nubladas o durante el invierno. Por su parte, los UVB son más intensos en las horas pico de radiación solar, especialmente entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m. - Protección solar adecuada:
Para proteger eficazmente la piel, es fundamental utilizar protectores solares de amplio espectro, que bloqueen tanto los rayos UVA como los UVB. Además, se recomienda elegir productos con un alto Factor de Protección Solar (FPS) y reaplicarlos cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar.
Ambos tipos de radiación ultravioleta son perjudiciales. Mientras los rayos UVB son los causantes visibles del daño inmediato, como las quemaduras solares, los UVA actúan silenciosamente, causando deterioro estructural a largo plazo y contribuyendo de forma significativa al cáncer de piel.
La prevención es clave: adopta medidas de protección diaria, incluso cuando el sol no parece una amenaza. La salud de tu piel lo agradecerá hoy y en el futuro.
¡Cuida tu piel todos los días, no solo en verano!
Usa protector solar, evita la exposición prolongada al sol y realiza chequeos dermatológicos periódicos. La prevención salva vidas.
