Santo Domingo, RD
En su cuarta ronda, la encuesta periódica de las agencias de la ONU sobre el impacto socioeconómico de la COVID-19 en los hogares, SEIA-Red Actúa, abarcó en diciembre de 2020 a 6,786 hogares, revelando sus condiciones y preocupaciones en los ámbitos de la alimentación, la salud, el empleo y el bienestar.
Los resultados de la encuesta fueron presentada por Edwin Gómez, economista del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a directivos y técnicos del Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) y de otras instituciones gubernamentales como el Ministerio de la Presidencia, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), la Oficina Nacional de Estadística, el Gabinete de Política Social, la Administradora de Subsidios Sociales (ADESS) y Progresando con Solidaridad (PROSOLI), entre otras.
En el ámbito de la alimentación, el 71.9% de los encuestados manifestaron su preocupación por no tener suficientes alimentos. Esta tendencia es persistente, aunque ha descendido levemente desde el 76.9% registrado en mayo. Además, el 89.4% de los hogares reportaron haber percibido un incremento en los precios de los alimentos.
En cuando a la salud, ha descendido el porcentaje de hogares que reportaron en rondas anteriores no tener acceso a servicios médicos, de 38.0% en mayo a 24.1% en el momento en que fue realizada esta encuesta en diciembre. También descendió en el caso de los hogares con personas con discapacidad, de 35.3% en mayo a un 23.0% de hogares que aún se mantienen sin acceso a medicamentos y/o terapias en diciembre
Por otro lado, a diciembre de 2020 el 91.1% de los niños, niñas y adolescentes de los hogares encuestados se habían inscrito para el presente año escolar, frente al 79.2% que fue reportado en la tercera ronda de la encuesta. De los estudiantes que habían recibido los cuadernillos distribuidos por el Ministerio de Educación (MINERD), el 88.8% lo usaba por lo menos tres días a la semana.
En cuanto al empleo, el 44.5% de hogares encuestados reportaron que alguien en la casa había perdido su trabajo de manera permanente, temporal o que percibió una disminución de ingresos durante la pandemia. Esto representa una reducción con relación a las rondas anteriores de la encuesta realizadas en mayo, julio y septiembre que lo situaban por encima del 50%.
Entre las necesidades principales expresadas por los hogares para recuperar su nivel de bienestar tras la pandemia, se resaltó la alimentación (66.3%), aunque experimentó un leve descenso como necesidad prioritaria (71.4% en mayo). Aspectos como el acceso a la salud/medicamentos (37.2%) y el apoyo a la recuperación de ingresos, trabajos y negocios (27.1%) son también necesidades prioritarias y se mantienen en números constantes desde la primera ronda en mayo.
Jefrey Lizardo, director del SIUBEN, aprovechó su intervención para resaltar tres oportunidades creados por esta encuesta: “Generar información de manera ágil en un contexto de crisis; demostrar el uso de metodologías innovadoras cuando existen dificultades para levantar datos, y monitorear de una manera multidimensional el impacto de la pandemia de la COVID-19, más allá de empleos e ingresos; el impacto en la salud, educación, entre otras áreas”.
Sobre la encuesta
La encuesta SEIA-Red Actúa es parte del apoyo del Sistema de las Naciones Unidas al Gobierno dominicano, en el Marco de la ONU para la Respuesta Socioeconómica Inmediata a la COVID-19. Su implementación se ha llevado a cabo bajo el liderazgo técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), y ha contado con la participación de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), junto a una red de 28 organizaciones no gubernamentales en 19 territorios de interés a nivel nacional.
Estas encuestas son realizadas de forma periódica para entender las consecuencias sociales y económicas de la crisis en los grupos más vulnerables, analizar los cambios y tendencias que se producen a medida que se responde ante la pandemia, y utilizar la información obtenida para informar decisiones de política pública y lograr un impacto en las comunidades.