
Los problemas visuales pueden interferir con la capacidad del niño para leer, escribir y participar en actividades escolares
Santo Domingo
Con el inicio del año escolar, las familias se preparan para comprar útiles escolares, uniformes y organizar rutinas diarias. Sin embargo, hay un aspecto fundamental que a menudo se pasa por alto: la salud visual de los niños.
La evaluación anual de la visión es esencial para asegurar que los niños y adolescentes puedan aprovechar al máximo sus oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal.
La visión es uno de los sentidos más importantes para el aprendizaje. Estudios han demostrado que aproximadamente el 80% de la enseñanza en los niños depende de la visión.
Los problemas visuales pueden interferir significativamente con la capacidad de un niño para leer, escribir y participar en actividades escolares.
De acuerdo a la doctora Stephanie Vásquez, especialista en Oftalmología Pediátrica, Estrabismo y Catarata Pediátrica del Instituto Espaillat Cabral, algunas señales de dificultad en la visión o problemas oculares incluyen evitar el contacto visual directo con objetos o cuando se les habla.
Asimismo, frotarse o estrujarse los ojos con frecuencia, parpadear constantemente o de forma exagerada, observar en las fotografías que los ojos se ven extraños, sin brillo a pesar del flash o desviados.
También indica que otras señales son tener una mirada perdida, ojos rojos o llorosos de forma constante, lagrimeo continuo, movimientos oculares extraños, sensibilidad excesiva a la luz tanto en ambientes oscuros como cuando se exponen al sol o a la luz de una habitación.
De igual forma, dificultad para ver la pizarra a menos que entrecierren los ojos o se acerquen más, ver la televisión o dispositivos electrónicos muy cerca o casi pegados a la pantalla, escribir con la cabeza inclinada o la cara muy cerca del papel y confundir letras o perderse al leer.
Ignorar o no detectar problemas de visión de manera oportuna puede tener serias consecuencias a largo plazo. Los niños con problemas de visión no tratados pueden experimentar dificultades académicas que afectan su trayectoria educativa y profesional.
Además, los problemas de visión no corregidos pueden llevar a problemas de comportamiento, ya que los niños pueden sentirse frustrados y desmotivados. En casos severos, problemas de visión no tratados pueden llevar a consecuencias permanentes en la vista.
“Es importante llevar a los bebés y niños a una evaluación oftalmológica pediátrica debido a que existen muchas enfermedades oculares silenciosas que no presentan síntomas ni manifestaciones visibles y solo pueden ser diagnosticadas por un especialista en oftalmología pediátrica», indica.
Además -agrega- es muy difícil que un bebé o un niño pequeño preverbal pueda expresar que tiene problemas para ver bien. No debemos esperar a que aprendan a hablar para quejarse de algo relacionado con su visión o sus ojos.”
La doctora Vásquez concluye que el regreso a clases es el momento perfecto para recordar la importancia de la evaluación anual de la visión en los niños.